No son muchos los alumnos de sexto grado con la boca llena de brackets que se proponen tener su
propio consultorio de ortodoncia cuando sean grandes, pero Jasmine Sandoval es diferente.
“La experiencia de usar aparatos fue lo que me hizo empezar a plantearme la posibilidad de ser ortodoncista”, recuerda.
A Sandoval, que ya está en su último año de colegio en Rifle High School, le comunicaron hace poco que ha sido admitida para el programa de grado de la Facultad de Odontología de la Universidad de Colorado, muy selectivo. Deberá hacer su carrera de grado de cuatro años en la sede de la Universidad de Colorado en Denver, y luego estudiar durante otros cuatro en la Facultad de Odontología de la misma universidad.
El suyo es todo un logro: Sandoval está entre los cinco estudiantes de todo el estado que han sido seleccionados para ese programa este año, y es la única que procede de la Ladera Occidental.
La orientación que brinda el programa Upward Bound
Yesenia Arreola es la directora local de TRIO Upward Bound, un programa para alumnos de colegios preuniversitarios que cuenta con financiación federal y que administra a nivel regional el Colorado Mountain College. Sandoval ha participado en el programa Upward Bound durante sus dos últimos años de colegio.
“Jasmine ha aprovechado plenamente todos los servicios de Upward Bound, que incluyen padrinazgo y asesoramiento individuales”, señaló Arreola. “Ha sido una alumna destacada en su colegio secundario y ha participado en el Programa del Diploma del Bachillerato Internacional, pero no tenía la confianza necesaria para verse a sí misma como una estudiante universitaria exitosa que cumple sus objetivos. Con nuestras actividades, la hemos visto crecer.”
Sandoval coincide con Arreola en lo que respecta a los efectos positivos de Upward Bound.
“Ningún miembro de mi familia ha completado una carrera universitaria. Y, como soy la mayor de mis hermanos, el colegio secundario era algo abrumador”, reconoció la joven. “Mis mentores de Upward Bound me ayudaron a informarme sobre la educación superior. Me hicieron confiar en mí misma y en mi capacidad académica.”
Durante el programa, Sandoval probó actividades que tal vez no hubiera intentado en otro contexto. El pasado verano participó en la competencia por la beca Miss Strawberry Days de Glenwood. Aprendió el lenguaje de señas americano (ASL, por sus siglas en inglés) y comenzó a enseñarlo en escuelas primarias locales. También hizo prácticas a nivel local con el dentista Dr. Chad Burgess y el ortodoncista Dr. Casey Johnson, y se ha propuesto como meta personal ser ortodoncista.
“Estoy segura de que es un entorno en el que quiero trabajar en el futuro”, destacó.
“Ganarse el futuro”
A Sandoval le quedan muchos años de estudio, pero ya piensa más allá de la universidad y desea abrir su propio consultorio.
“Creo que el hecho de que sea bilingüe puede ser bueno para mi comunidad”, señaló. “Me gustaría poder ayudar a las dos comunidades [de habla inglesa e hispana] y contribuir a educar a todos los miembros de la comunidad que pueda.
“Algún día, me gustaría ser una fuente de inspiración para otras personas que, como yo, pertenezcan a minorías”, afirmó. “Me gustaría que en el futuro me miren y piensen: ‘Si me esfuerzo por conseguirlo, puedo ganarme el futuro de mis sueños’.”